martes, 25 de septiembre de 2012

De Penélope.


Prometo devolverte las sonrisas, prometo
que no recordaré tu olor, prometo
ser feliz aunque no quiera, prometo
no recordar el color de tus ojos,
ni la forma en que me abrazabas apoyado en los coches.
Prometo que volveré, esta vez sin ti,
y traeré buenos recuerdos.

Prometo serle fiel a las estrellas que nos vieron,
a las plantas que nos sintieron
y los animales que nos oyeron.
Prometo borrar la mancha de la parte de atrás
de mi vida.
No mirar cada vez que pasas,
o no lo haces,
pero me lo imagino.

Prometo no oir más a la música de tu voz,
ni escuchar esas cosas tristes
que evocan escenas de otoño,
pero sin otoño.
No ponerme celosa si abrazas a la quien es hoy tu musa.
Musa que yo no fui,
pero te devuelvo su nombre.

Prometo no volver a llamarme Penélope,
ni a deshilarlo todo, para crear esperanza,
ahora llámame Pandora.

Te lo devuelvo todo,
pero déjame los lugares de mi cuerpo:
donde me besabas,
donde te acurrucabas para respirarme,
donde me agarrabas sin darte cuenta mientras dormía,
la oreja que escuchaba como estabas vivo,
los labios que anhelaban tus suspiros,
las manos que aún te buscan.

Los miedos que me quedan.
Bueno, esos,
esos puedes quedártelos.