miércoles, 19 de noviembre de 2014

Despierto
y me has traído el desayuno.
Comimos juntos.
Eso hizo el día perfecto.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Has cogido la estúpida manía de besarme en los hombros.
Pocos actos encuentro tan íntimos como ese.
Te digo que pares, y no lo haces.
Sonríes.
Me sonrojo.

¿No te has dado cuenta? Ya casi no te miro a los ojos.
A esos enormes ojos color miel,
enmarcados por unas pestañas más largas que el Huan He.
Te miro mucho más cuando estás desnudo.
No quiero olvidarme del lunar que cae de tu mirada,
de tu espalda colmada de lunares poco uniformes.
De la curva de la que me enamoré.

No quiero olvidarme de tus piernas contorneadas,
ni del tatuaje de tu brazo.
Pero como todo, uno debe olvidar.
Pasar página.
Esta vez no me hace tanto daño.
No porque te quiera menos que a los demás,
sino porque me ayudaste a quererme más.