domingo, 25 de septiembre de 2011
Isleña
Yo quiero irme. No de Tenerife, ya sabes, de España. Y tú no. Quiero una de esas casas con jardin a cinco minutos de la ciudad en Canadá, o un apartamento en Nueva York. Y tú quieres quedarte aquí, en la casa que ha sido tuya a ratos.
Quiero una vida típica, con boda y vestido de blanco, antes no era así lo sé, pero el tiempo me ha hecho cambiar. Hijos, dos. Que correteen y jueguen, y que cuando crezcan me den todos los disgustos posibles, porque así tendrán una vida más rica en experiencias. Bueno, sólo algunas, que no quiero que les pase nada.
¿Y tú? Tú no quieres hijos, igual que no quieres moverte de aquí. Quieres una juventud tranquila mientras a mi, por quedárseme pequeño, se me ve borracha por las calles de la ciudad que me crió, sin más esperanzas que las de quedarme, porque, en el fondo, los isleños nunca podemos escapar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Un isleño nunca se va del todo, y lo sabes.
Los isleños me ponen nerviosa, y, seguramente, también lo sabes.
Publicar un comentario