Mi adolescencia terminó
antes de haber comenzado.
Cuando aún era tierna,
y la tierra se afanaba en conquistarme,
crecí.
Me di cuenta de los errores
y las maldiciones que aquí dormían.
Me di cuenta de que todo
había sido mentira.
Donde creí crecer
triunfaban el engaño y la maldad.
Con eso crecí de golpe.
Entre silencios y miradas frías.
Entre el querer de algo que no existía.
Y ahora, a mis dieciocho,
donde creí crecer,
era mentira.
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