martes, 17 de diciembre de 2013

Amores flacos

[Inspirada en la canción "Amores flacos" de Carlos Sadness]






Todo es mentira, lo sé.
Tus manos en mi piel, rozando mis lunares.
Mis manos en tu cara, recordando los años.
Todo es mentira, lo sé, pero no me lo cuentes aún.
No me dejes despertar, que me hundo en pesadillas.
Hubo momentos en los que no supe distinguir cuando mentías.
Mi fantasía, tu realidad.

Fui así derivando en puertos cada vez más sureños,
cada vez más peligrosos.
Arribé en las costillas de Adán,
donde fui apedreada por mi condición de mujer pariente.
Me encontré con la realidad.

Un pagar las facturas, un niño que llora.
Un perro que muere, una polilla en el armario.

Amores flacos, que se matan a palazos.
Que se enredan en las sábanas y se mienten.
Amores flacos donde los besos se anudan y huyen.
Donde las miradas sinceras no saben distinguirse,
y el viento aúlla gritando piedad.  

Ya no me queda nada que perder:
Ni mi aliento, ni mis cosquillas, ni mi dignidad, ni mi pasión,
ni mis ganas de enamorarme.
Que difícil separarnos,
cuando nuestro amor es cálido y sincero,
donde ya no hay guerras porque estamos escarmentados.
Lamemos nuestras heridas,
las heridas de ellos.
Lamemos las verdades y el tiempo.

Se nos clava en la lengua con tanta furia que nos desangra,
y ya no existen medicinas para las espinas que nos matan.
No quisimos darnos cuenta de recoger el amor que sembramos.

Amores flacos que nos dejan secuelas,
nos dejamos cuentas de pulseras, fotos nunca tomadas.
Amores que se olvidan de grabar la risa en la cama,
las charlas hasta que sol sale.

Flacos que no saben ya buscar su sustento,
no saben cómo llorar o lamentarse,
no saben cómo pedirse disculpas, o amarse.
Se rompieron las esquinas de las calles que cruzamos,
los jarrones llenos de palabras,
los libros, las horas.

El mundo se quedó hecho trizas.

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